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Hoy tengo el gusto de presentaros un postrealizado a medias con Cabopá, ella ha escrito
el texto (está inspirado en algo que oyó hace
unos días cuando paseaba por la calle) y yo
me he ocupado de los dibujos.
Sin más presentaciones ni adornos, ahí va nuestra colaboración:
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Hoy en la calle
Ya es habitual oír sin querer escuchar…
El sistema te habla con luminosos estridentes, la calle es
muy ruidosa, el tráfico y su feroz y furor acústico agobia.
Los maleducados que escupen o tiran papeles en las aceras,
los niños que se sueltan de las madres y dan empujones a
diestra y siniestra…
En fin, yo que nunca salgo en días laborables, cuando lo hago
me encuentro distinta; me gusta pasear y saborear los aromas
de la mañana o paladear un café en una terraza al sol.
Hoy me disponía a estar callejeando plácidamente, cuando
he decido sentarme y tomar el sol bajo una morera de una
plaza recoleta. Llegaban hasta allí los sones de un acordeón,
sones parisinos que me transportaban con la imaginación a
otros lugares...Todo parecía agradable. Cuando de pronto
cerca de mí ha sonado un eco, hoy también muy habitual:
¡Ring! ¡Ring! ¡Ring…! ¡¡Ring!!
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-Sí, dime qué te pasa ahora. (Tono cada vez más agrio)
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-¡Qué! qué, qué…
-¡Qué! qué, qué…
-Pero tú que te crees…
-Anda que te den… (palabra malsonante)
-Mira te lo he dicho muchas veces. No, no, no… Y no.
El hombre seguía profiriendo lindeces y llamando la atención
de los que por allí estábamos tranquilos, pero qué remedio,
atentos a lo que decía a través del teléfono a su interlocutor.
Al final hemos adivinado de qué y con quien hablaba, era
una mujer, pues en una de las ocasiones a dicho:
-Lola, eres una hija de… (peor que mal sonante)
-Olvídame, no me vuelvas a llamar. Sí, sí, ya sé que estás
enferma pero ese es tu problema. Yo ya tengo bastante
con lo mío y lo mío ya hace tiempo que no es lo tuyo.
De pronto ha llegado otro hombre y se sienta a su lado. El
primero, el que habla hecho un energúmeno, ahora hace
aspavientos e intenta cortar la conversación. Lo mira,
se llena de ínfulas y termina diciendo:
-Sabes, Lola déjame en paz y si estás jodida con la
quimioterapia, pues eso que te mate. Yo no quiero
saber nada de ti. Los hijos son tuyos, tú los quisiste
para ti, si ahora no puedes con ellos… Los sorteas
en una rifa benéfica. Esto es todo.
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Yo que pensaba pasar una mañana placentera, hacer unos
recados y volver dando un paseo, he vuelto con el estomago
encogido, con asco a la raza humana, con el corazón deshecho
y con una rabia contenida por no haber escupido, gritado e
incluso abofeteado a ese odioso ejecutivo que una vez
terminada la conversación ha iniciado con el otro una charla
distendida y amena sobre no sé qué cuestión que no viene a
cuento, como si no hubiese dicho ni ocurrido nada. Una escena
tan esperpéntica te persigue durante todo el día, te deja caos.
Las inmundicias personales no deberían salir al aire, se
deberían meter en la lavadora de casa y centrifugar
al máximo de revoluciones posibles.
A energúmenos como estos se les debería tender
en las cuerdas de una azotea del último piso de esos
rascacielos de los emiratos árabes.
De camino a casa me
han chocado de repente dos niños
pequeños que jugaban en el bulevar
y una sonrisa ha aparecido en mi cara.
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Y esto es todo por hoy. Eso sí, te recomiendo vivamente
que visites ¡ay maricarmen! donde la inquieta Cabopá
siempre anda sorprendiendo a sus incondicionales con
todo tipo de propuestas artísticas y literarias.
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¡Hasta pronto!.
Muchas gracias por los saludables comentarios
que hicisteis en el post del lunes. Me los he
ido tomando poco a poco en infusión y
la verdad es que han hecho su efecto.
Estaban muy buenos :-)
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ES la primera vez que recuerde que veo una colaboración en tu casa, aunque ya sabes... con este resfriado que me dura más de 15 dias igual tengo la mente atrofiada y ahora no soy capaz de recordar otra...
ResponderEliminarLa cosa es que si, el texto es magnífico, y si, los hay que deberian colgarlos de la torre más alta de las más alta montaña... por eso de que se queden allí esperando a ver si alguien les rescata...
Besitos mediterráneos.
Felicidades por la conjunción.
Ups! tot en castellà... cachis! no me'n recordava... veus? este refredat i l'esquena hem fan perdre les bones maneres...
Ea, una abraçada.
Gente deshumanizada supongo siempre habrá existido, la historia es que nunca terminamos de acostumbrarnos a ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Ximo me alegro que estes más recuperado.. De todo hay en el mundo y cafres que no les importa airear temas tan personales, pero hay que pensar que también hay personas de mejores sentimientos. Un saludo cariñoso
ResponderEliminarY lo que falta por saber y oír desgraciadamente.
ResponderEliminarQué bueno que vas mejor.
Un abrazo.
La caricatura que le haces define a la perfección a estos personajes indeseables.
ResponderEliminarAunque lo mejor que le puede pasar a la señora y sus hijos es perderle de vista definitivamente.El es la enfermedad.
Abrazos y saludos afectuosos!
Todos son pobres pero mucho más los niños. Deberíamos recapacitar sobre la desintegración de la familia, la ayuda, la colaboración...se nos vendió el divorcio como algo tremendamente natural...pero la vida ES MUY LARGA, MUY LARGA, MUY LARGA...¡estupendo texto!, me ha encantado, la vida misma. También para ellos.
ResponderEliminarCasandra
Hola Ximo,
ResponderEliminarQueda muy bien esto de colaborar en otras casas... Tu ilustraciones realzan el relato a la perfección.
Estoy muy contenta por ver mis "palabras escritas" en Las Cositas de Acapu, que son siempre unas cositas con mucha enjundia, ingenio, ironía...y siempre te hacen llevar una sonrisa o una carcajada.
Este texto no produce risa, ni alegría, si no todo lo contrario por eso debemos alegrarnos de compartir espacios donde se plasmen con algo de imaginación hechos reales que no se deben convertir en cotidianos y que siempre que ocurren, tod@s deberiámos decir: ¡¡¡BASTA!!!
Me voy a mi ventana a dejar el enlace para que los amig@s lo conozcan, te visiten...
BESICOS VECINO.
Una combinación que realzan mutuamente texto e imagen...es un registro tuyo diferente pues el tema es serio y por otro lado parece mentira que exista gente que sea como la que refiere Cabopá.
ResponderEliminarRecibe mi saludo.
hola Ximo, me alegro que ya estes mejor. lo del texto es muy duro, y es que hay gente para todo. pero la vida da muchas vueltas.!!Un abrazo
ResponderEliminarAsi pasa, que hay gente con dos caras, la de casa y la otra.
ResponderEliminarUn abrazo
Felicidades a ambos: ha quedado un conjunto estupendo.
ResponderEliminarMe alegra ver a Cabopá en tu casa.
Lo que no me alegra es la actitud del tipo que hablaba por teléfono, menudo...
Abrazos para ambos.
¡Menudo energúmeno! Lo has 'retratado' divinamente, Ximo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena a ambos! por esta estupenda colaboración.
Abrazos.
Me ha gustado esta colaboración. Sí, señor. Bueno,mejor, sí señores.
ResponderEliminarAlguien ha dicho que la enfermedad es el energúmeno ese y yo estoy de acuerdo.
El texto genial y las viñetas han dejado al energúmeno como es: una auténtica mierda de tío.
Ximo, tengo pensado pedirte tu colaboración para un relato que escribí hace tiempo y pienso que con tus viñetas sería la caña de España. (No me he copiado de esto, no. Ya tenía pensado pedirte tu colaboración. Ya te diré.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Ximo, tu viñeta retrata perfectamente al energúmeno descrito. Me apunto a Cabopá.
ResponderEliminarMe encantan tus viñetas y sus palabras, un lujo conoceros y disfrutaros a ambos por separado y ahora juntos.
ResponderEliminarBesos
Algo así pone mal cuerpo a cualquiera....
ResponderEliminarMenudo cabronazo!!
Hay gente que yo creo que existe porque sobra oxígeno, te lo juro....
Un beso!!
Ximo y Cabopá, Cabopá y Ximo. Muy buen trabajo. Es una historia, que como se recoge en el relato, encoje el alma. Dichas situaciones tan lamentables no son de recibo, y menos en público. Pero existen personas que todo esto no lo entienden, y radian su vida de esta forma. Me gustó la naturalidad que se utiliza para narrar la historia.
ResponderEliminarMuy bueno.
Os felicito a los dos.
Un abrazo.
La magia distingue a seres con su mirada plástica. Ximo celebro que te sientas mejor y Maricarmen espero que blogger me permita por fin comentarte. Besos para ambos portadores de la esperanza.
ResponderEliminarSí, hay gente así y si no llevásemos tanta prisa de diario tendríamos para escribir un libro al mes con las barbaridades que se escuchan por la calle. La gente se ha acostumbrado a airear sus miserias y a esparcirlas por doquier sin el menor escrúpulo.
ResponderEliminarAbrazos
Parece mentira pero la realidad supera la ficción.
ResponderEliminarHay mucho HIJODELAGRANPUTA (palabra malsonante) suelto.
Qué ascazo de personaje, se nota que está contaminado por el ambiente urbano, los ruidos se han apoderado de él, me pregunto qué hará en sus silencios... tal vez ejercerá más ruido... expandiendo sus moscas y su hedor? seguramente si. Si le viese por ahi, sería a la única mierda que pisaría con gusto.
ResponderEliminarBueno, me gustó el texto y la viñeta esta la mar de bien ilustrada, no se le podría poner otra cara, la verdad...
Abrazos Ximo.
Vaya historía, hoy prcisamente que stoy revuelta por algo que me explicaron ayer...es que el ser humano de verdad que da pena...mucha pena...
ResponderEliminarUn abrazo Ximo
Me gusta la espontaneidad con la que escribes, (y la gracia). En este caso el tema que tratas es muy real y muy triste. Cosas así te persiguen, y no sólo en un parque; las miserias humanas aparecen golpeando tu pared desde el otro lado de tu habitación, al encender la T.V, en el autobús, en el periódico, en la puerta del w.c de un bar.... ¿Dónde venderán chubasqueros antiponzoña? Como bien dices, tomemos el antídoto de la sonrisa de un niño; cosas así no fallan.
ResponderEliminarUn abrazo :)